miércoles, 28 de noviembre de 2012

Bajo 0

Los dedos de las manos y los pies prenden la alarma: "corre, corre y escóndete una vez más", pero las cosquillas rabiosas, traviesas e inhumanas me vuelven a encontrar.

Ahora escribo.

Extrañaba escribir. Lo jodido es que cuando lo hacía, lo que buscaba era vivir. 
Lo que no sabía es que tanta vida te mata, lo que no sabía es que un golpe en la memoria, duele más que diez de mis cartas.

Ahora tiemblo.

Temblar solía ser encontrarme con el nudo de mi garganta y agarrarlo a correazos. 
Qué pendejada, ahora me encuentro con algo que no puedo desatar, con hechos que terminan cogiéndome por idiota.

Ahora entiendo.

Entiendo que en los que mueren escribiendo, las penas se van en letras de a pocos; mientras que a los que ignoran viviendo, la realidad los agarra de una... y los deja muertos, escribiendo.

domingo, 22 de enero de 2012

De colores

Rebeca llega corriendo a su edificio, sube los tres pisos con un poco de dificultad. Sus zapatillas aún se resbalan por los pasillos y las 3 llaves que tiene se hacen infinitas a la hora de buscar la correcta. Logra entrar casi sin aliento a su departamento y examina fugazmente la soledad de la habitación. Se quita el abrigo, busca un lapicero y un papel en blanco, se echa sobre el piso y se dispone a escribir.

Hace 38 minutos, alguien terminaba con una relación de 4 años.

Curiosamente, aún no había resbalado ni una sola lágrima. Si le faltaba el aire era por el apuro, esa pequeña pero jodida estocada en el estómago que la invitaba a vomitar palabras. Entonces, comienza a golpear sobre el parquet lo que ahora se había convertido en su arma de guerra favorita.

El lapicero le ponía ritmo a su ira, como si en el fondo, debajo de la blusa, hubiese cambiado aquel órgano principal por una guitarra eléctrica y sus neuronas se hubieran convertido en el perfecto amplificador de batalla. Lamentable realidad la de querer ser música cuando sólo se es ruido.

Estaba a mil cuando recordó que hace 42 minutos alguien le había dicho que a diferencia de ella, recién iba a cien, que las cosas ya no eran las mismas y que la costumbre siempre era una salida engañosa, mientras ella pensaba en lo irónico del uso de aquella palabra. Para engaños, definitivamente él.

Iba a sacar lo mejor de la situacion, qué mejor manera de empezar el año que con una gran canción, pero las palabras no llegaban en orden.

Su mente comenzó a pasear por aquellos años de relación, por esos sobrenombres patentados, por esos planes que ahora debía replantearse en singular, por cada exquisitez que crearon juntos, fotos mentales, "por qué no dije nada en eso momento, ¡ni siquiera lo mandé a la mierda!", pensaba. Tenía la mala costumbre de bloquear.

1 hora y 20 minutos después, el sonido volvió a la normalidad y una lenta melodía la comenzó a mecer hasta dejarla completamente dormida. Cuando amaneció, curiosamente tenía un coro escrito. Era mas o menos así:

No tengo sobre qué escribir, mi música interna me deja dormida
En blanco, tan en blanco, esperando que me tiren un poco de tinta encima
Colores, pintarme de colores, parece ser lo que todos andan tramando
Dime tú, ¿de qué estábamos hablando?

A veces es mejor dejarlo ir.

lunes, 2 de enero de 2012

Z

Contemplar sus pasos cuando acostumbras a dar saltos, maquillar un "después" cuando sigues atrapada en un "aún lo extraño", imaginarlo cargando algo diminuto cuando tú aún juegas con los dinosaurios bailando sobre tu cabeza, contar los papeles que guarda en los bolsillos cuando tú sólo disfrutas de los que contienen historias que puedes oler, verlo mantener un crecimiento contínuo mientras una sólo quiere escapar de lo que fue. Polos opuestos se atraen, dicen.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Chau, pues.

A las 12:15 a.m., entra al bar de todos los fines de semana. Caras conocidas que tal vez nunca saludó, pero que más de una vez compartieron un vaso de cerveza con ella, comienzan a asfixiarla. Piensa en lo que podría pasar esa noche, en las historias que podría llegar a escribir mientras busca desesperadamente al protagonista entre sorbo y sorbo. La luz ayuda: leve, roja, amarilla, cautelosa. Juega con su cabello mientras investiga tatuajes ajenos, analiza miradas y se enamora unas 3 veces por segundo. Concluye que nuevamente, todos tendrán que beber un poco más para comenzar a soltar su verdadera escencia.

Cuando ya había olvidado acomodar su cabello hacia la derecha, aparece un chico de gestos confundidos. Entra al bar con un grupo de amigos a los que parece no gustarles. Él la encuentra, se reconocen y se le marca cierta decisión en la cara, pero la presión de grupo marca su salida y ella no prefiere otra historia que no sea la siguiente.

Hace 3 años, estaban completamente desnudos en un cuarto de hotel.

Él vivía enamorado de su locura, trastorno que compartían, pero que a diferencia de ella, reprimía. Así fue como optó por los aplausos que se generan al colarse de un perfecto prototipo de esposa, barato ejemplo de realidad.

Esa noche era su despedida, momento de sacarse la espina. Ella lo iba a dejar irse con todas sus mierdas, cuando en el fondo sabía que en ese momento, la mierda más grande, era ella.

Mientras se servía un vaso de ron, recordaba su primera salida y reía. Lo quería tanto que teniendo la oportunidad de hacerle el amor más de una vez, no pudo tocarlo jamás. Sí pues, era un amor cojudo. Con esos pequeños detalles como alegrarse cuando ganaba su equipo de futbol favorito, aún cuando ella jamás había visto un partido entero en su vida. Con grandes detalles como en ver en él a su poeta favorito y sentirse su musa cada vez que la corrompía con un par de palabras, tanto como para quebrar su orgullo.

Hicieron el amor por horas, con todo el miedo y la adrenalina de no dañar expectativas. Pasó todo lo contrario.

Se quedaron dormidos por un rato hasta que la ansiedad la despertó. Él ya no estaba a su costado. Trató de mirar sin abrir mucho los ojos y lo encontró fumando un cigarrillo junto a la ventana. Estaba hablando solo mientras la luz ténue de la madrugada se reflejaba en su rostro.

Ella le tomó una foto mental al perfil desnudo del hombre que amaba mientras se despedía en silencio. Luego llegó a escuchar lo que él decía, mientras la miraba y ella automáticamente cerraba los ojos. "Yo también me quedaré con este momento", dijo.

miércoles, 13 de abril de 2011

ALUMNA

La noche pasaba ligera, pero desafiante, rondando puntos nunca antes visitados en un intento de retar nuestros límites (una excusa, la verdad, para castigar con silencio al que cayera primero).

La serena imperfección del humo, dispersándose sobre la mesa, creaba un ambiente al dedo para cada una tus historias. Mientras que por el sur, su pareja coqueta y espumeante, hacía malabares para que no te pese la lengua. Yo sólo cruzaba las piernas.

Los dos sentados: Tu hablando con vehemencia, yo asustada, pero disimulando. Parecíamos un par de anzuelos dispuestos a ser devorados. Intranquilidad entre vivos, pero más muerta que viva al escucharte hablar de ellos, uno por uno, como si esos segundos de asombro, te hubieran marcado más de lo el resto llegó a tocarme en años.

Manipular situaciones ya no parecía algo tan corriente, podía notar las pepitas de oro en cada idea gratamente puesta. Una cosa de locos, pero insistía en seguir ganando puntos vendiéndome como una alumna dispuesta a aprender. Lo admito, tienes cara de ser buen profesor.

Así compruebo una vez más ese afán por personas que parecen ser exiliadas de otro planeta, aquellas mentes de ideas infinitas en donde las casualidades pasan a ser una burda trivialidad diaria. Entonces, comienzo a creer en duendes gigantes, hadas cojas y cementerios radioactivos, otra vez.

Los sueños pasan a ser la única respuesta a la pregunta que solía hacerme: Habrá necedidad de sacrificar una vida más?

...Me contesta la cara con muecas que me salen de la nada.

lunes, 7 de febrero de 2011

VAIVÉN

(Comienza mucho más abajo)









“Te tuve entre mis manos:
La humanidad entera en una nuez.
¡Qué cáscara tan dura y tan rugosa!
Y, adentro, el simulacro
de los dos hemisferios cerebrales
que, obviamente, no aspiran a operar
sino a ser devorados, alabados
por ese sabor neutro, tan insatisfactorio
que exige, al infinito,
una vez y otra y otra, que se vuelva a probar.”








Y así también fuimos una atolondrada Beatrix Kiddo con su descontrolado Bill, una terca chaparrona con su "inalcanzable" Gandalf, una sweet and vicious Bellatrix Lestrange con su animalezco Tom Riddle, un preciosísimo inmortal con su tan esperada petit mort, el costado de Dear Dr. Jeckyl que irónicamente se escondía de Mr Hyde y una y mil verdades más que se predicaron en vano.

Seguiría pero el mal de agüero comienza a joder.

- Tu hereje favorita.

jueves, 19 de agosto de 2010

SHAME ON YOU!

Back then, R me dijo: "Las prefieren así porque son altamente corrompibles", pero a estas alturas del partido y con 23 velas por delante, me pregunto ¿Qué carajos les pasa para preferirlas tan brutas? Que no se culpe a la oxigenta ni a los vestidos 3 tallas más chicas de su estado emocional y por otro lado, ni se atrevan a tildarlo de prejuicio porque conozco a algunas que me caen muy bien, pero hablo en general y sobretodo, de ellos.

El complejo Paris Hilton meets Nicole Richie está por todos lados. Salud por los escotes y los brassieres con relleno que disimulan todo lo que les puede salir por la boca. Tampoco son las únicas, hay hombres que van por la vida cogiendose del paquete y de billeteras aún más abultadas que hacen lo mismo. Pero, ¿a que viene toda esa cantidad de pose y arrebato de cosumismo en cantidades que deberian ser ilegales?

Sí, fácil estoy hablando con el hígado un poco sacudido pero no puedo evitarlo. Acepto ser problemática, pero prefiero tener dudas existenciales (entiéndase cuestionamientos basados en un exhaustivo analisis consciente de la realidad) a no tener el más mínimo conocimiento de lo que pisan mis pies cada vez que me levanto. Ignorancia, burbuja, ausencia. Tanto desperdicio también cansa y al final todos vuelven, pero no todos se quedan.

Supongo que una trophy wife es totalmente necesario en estas epocas. Veo que tienen la necesidad de llevarlas bajo el brazo y esperar, mínimo, el halago de 10 amigos. "¡LA HICISTE!", "BIEN JUGADO BROTHER","¡GA NA DOR!" ¿Qué ganas? Un maniquí oportunamente callado al costado de tu cama, con tuerca incorporada en caso de calores y deseos carnales. Pero, ¿acaso no es rico una buena conversación después de haber terminado de coger? Compartir un cigarro, reír juntos, mirarse a los ojos, compartir no sólo fluidos, saber que hay otras formas de penetrarse que complementan de manera mucho más rica la primera.

Solía pensar que era el comportamiento de cierta clase de personas, pero ahora veo que son todos y están en todos lados. Tendré que comprarme sostenes más caros, ponerme pestañas postizas y salir de fiesta más seguido, NOT. Por el momento me conformo con tener a un loco en mi cama o que me tenga en la suya. Me siento tranquila con sus bolsillos llenos de sencillo, sus cumplidos hacia mi negra cabellera y nuestras noches llenas de debate.

Amén.

viernes, 23 de julio de 2010

La sorpresa nos toca la puerta antes de entrar y el chismorreo de una historia precalentada hace que todas las noches la asegures bien. Así, bajo llave, hemos matado tantas veces que ya la sangre nos huele a mentira. Si está entre mis dedos o sobre tu pecho, ya no es un indicio de culpa, mucho menos de víctima.

Lánguida e insensata nos abrigaba la confianza de nuestros mejores y peores momentos que entre burlas y espejismos ya no nos creen, tampoco quiero hacerte creer. Sé por dónde se escapa la armonía cuando comienzas a besar como un gesto minado.

Duermes tranquilo porque a paso de cangrejo has decidido congelarte mientras yo regreso, gustosamente, a calentarme entre las garras del lobo.

jueves, 10 de junio de 2010

Pasos guía o whatever

Criatura posa suavemente sus garras sobre la ventana, el ruido la llama, las risas la espantan. Divisa atentamente las parejas, los tríos, los cuartetos de buena racha. Mira a los que van de la mano, los que usan sus bolsillos como guantes, los que se cargan. Envidia en silencio a los gritones, a los pacíficos, a los soñadores. Cruza los dedos porque nota que todos comparten lo malo con alguien y que alguien los impulsa a ser menos malos. Entonces frustrada se echa en la punta izquierda de su cama y comienza una de esas listas que por alguna manía tenía olvidada.
  • El hombre que me ame será complicado. Lo suficiente como para tener la cabeza inundada de ramas en donde sólo seré, sin mucha molestia, una jaladita más. No pretenderé ser fruto, pero le daré vida. Él a cambio me dará tranquilidad.
  • El hombre que me ame será egoista. Lo necesario como para priorizar sólo sus problemas y nunca notar que soy el peor de ellos. Así evito comenzar en el casillero de "por resolver" y terminar oxidándome en el de "recordar no volver".
  • El hombre que me ame será inteligente/ísimo. Tendrá que pasar de neurona a neurona antes de someterme de pies a cabeza. Nunca terminaremos de resolvernos, pero yo le daré el reto y él será mi motivo.
  • El hombre que me ame será un buen mentiroso. Suficiente dosis tengo ya de realidad como para preocuparme por las cosas que se me pasan. En un concenso imaginario yo responderé sus cumplidos y él será mi perfecta verdad.
  • El hombre que me ame será más terco que una mula. Tengo tatuada la palabra "terror" en la frente y "miedo" en la mano izquierda. Cualquier coqueteo no pasará de un "hola, te saludo por cuestión de adrenalina" y "chau, fue demasiado, ya me asusté". Prometo pagar la demora con creces, él crecerá dentro de mí.
  • Y por último, el hombre que me ame estará loco por la simple idea de ¿quién carajos me amará con tanta huevada?

En fin, Criatura muy bien sabe que las expectativas te carcomen y hay gente que muere viva.

viernes, 28 de mayo de 2010

Se me congela la nariz

Ok, esto ha dado un giro de 180º y debo aceptar que la vista de tu rostro sobre mi almohada era el gancho perfecto para conciliar el sueño en menos de 20 minutos. Además, por ahí dicen que una persona que es más alta que tú, siempre te huele más rico porque el perfume suele viajar hacia el norte. Imagínate como debo estar forzando la memoria mientras voy apretando/soltando la nariz para que el tuyo no se me vaya. Siento que los recuerdos se han vuelto tan exquisitos que ya no me dejan dar marcha atrás, entonces, basta de quejas y dejo que se muera.

Nunca he sido de insistir, no es no, y por eso también odio que me insistan por un principio de justicia personal. Pero, saben mis manos cuanto te he extrañado porque mi edad mental sí se ha dado el lujo de retroceder hasta la época de cuadernos con vinifan llenos de nombres, corazoncitos y juegos para ver a que edad nos casamos. Es gracioso, realmente gracioso. Son esos impulsos inconscientes y esa simplicidad tan antónima de descripciones rebuscadas lo que hace que esté disfrutando tanto de mi sinceridad. Aunque duela, es rico.




¿Qué se hace? De tí sólo me queda un moon walk basado en cierta inmunidad en la que jamás creeré, o como decía Bukowski: "Pueden salir cosas buenas de no saber demasiado".