viernes, 28 de marzo de 2008

LA MIRABA

Ella me dice "Basta" disimulando algunas lágrimas, talvéz tantas como los números que tanto odia. Paciencia, sé cuanto te aterra estar sola y más aún cuanto cuesta ocultarlo, pero hoy no. Hoy te adorna todo aquello que jamás volverá, gran ruta la que haz caminado con tu sombra. Veo el reino en tus logros, en los restos, en tus manos húmedas cuyas líneas se han esfumado de tanto tratar.

Palmas princesa, palmas y cierta envidia, sana como le dicen por ahí, a mí me vuelve loca. Es hora de tragarse algunas cerraduras. Reduce la cantidad de mentiras diarias, en especial aquel mito que dice que no se pueden acercar a ti, que de tus labios hasta las maldiciones se esconden y que de tus ojos sólo escapan con vida los que han aprendido a sufrir. Usa sólo las necesarias para mentir sobre tu demencia.
Aprende a recordar algunos nombres, con el tiempo recordarás algunos rostros, así como aprendiste a manejar el poder que puedes ejercer sobre los demás y terminaste enviciándote por el que tienes sobre ti misma.
Reduce las ganas de castigarlos de vez en cuando pero date el gusto con una que otra excepción, no son confiables, tienen la mala costumbre de hablar.
Por último, no te preocupes por entenderlos, yo fui la única que regresó a darte la mano; regresa por mí.

Palmas una vez más princesa, escapar era tu especialidad.

martes, 25 de marzo de 2008

UN POCO DE ESO Y DE TI

Sólo un poco.

( . . . )


Tus menos acertadas decisiones siempre apostando a dejarme ir porque sabes que soy buena para el dolor, tan buena como para olerte. Que me pierdo entre tus poros buscando más entradas, mas no una salida. Que trato de tatuarme en tus ojos que sólo en ese momento me pertenecen y en el que mi demencia por fin cede ante lo extraordinario de tu simplicidad.
Así me hago más predecible gracias a ti, siempre por ti.

Tan cierto como mi obsesión por devorar músicos y problemas ajenos sin subestimar mi sarcasmo como defensa ante todo lo que pretenda traspasarme la piel. Pero no, tú sigues tan despreocupado y confiado (admito cierta envidia) dejándo todo en manos del destino al que veneras más que a tu mismo Dios.
Yo exprimo la poca seguridad que me queda, no es suficiente.

No me han visto llorar, mucho menos nombrarte cada vez que maldigo. Todas las quejas e insultos se ahogaron entre mi garganta y la impotencia, pero en secreto te extraño, con la adrenalina de saber que es un juego mortal, con las ganas de volver a perderme en ti y dejar el concreto: Nadie me ve.
El resto parece carecer de sentidos, tan triste, tan verdad.


"Qué bonita pareja haríamos tu y yo", digo yo.








lunes, 24 de marzo de 2008

TOO LATE MY DEAR

Eran como las seis de la madrugada y mi infaltable alarma móvil de cuatro patas ya bailaba sobre mi cabeza , es hora de levantarse.

Luego del respectivo "ya, 5 minutitos más" decidí darme un buen baño de agua helada para espantar el sol, el mareo, la pereza y terminar de abrir los ojos en la ducha , pero no. Mientras hacia el mejor intento por disimular algún corte de cabello mal hecho (producto de un ataque de aburrimiento) frente al espejo, volví a escuchar la música de aquella fiesta. La pista de baile ya casi vacía contemplando a uno que otro borracho "dancing with myself (8)", las esquinas fielmente ocupadas por parejas que buscaban pasar desapercibidas pero que se contradecían totalmente con sus actos y bueno, el dueño del cumpleaños... nada satisfecho, para variar, escondiéndose parcialmente tras una enorme pila de regalos, sillas, colillas de cigarros, vasos rotos, más desorden y María.
Too late my dear, ¡Pero a quién se le ocurre llegar tan tarde! mucho más si tanto te gustaba, María, ¿ a quién ? Yo, por otro lado, me encontraba riendo con mi buen grupo de amigos (jamás los había visto en mi vida) hablando de María y lo que jamás nos pasaría. El asunto es que llegó - " pero el nunca te quiso María, " - el ojo derecho comienza a ceder.

Ok, un sueño ¿qué hora es? cinco para las ocho, el izquierdo se nivela, necesito un cigarro, estoy tarde, no María, no.

El sol es más leve, me pone de un humor envidiable.


Llego casi sin aire al salón, tan tarde ... menos me van a querer tarde.

¿NADIE? ...
¡ Puta madre ! ¿Cómo pude olvidar que cancelaron mis clases de la mañana?

Siempre yo, a mi jamás, antes, todo antes, con la total repulsión a un too late my dear. En fin María, he aprendido a disfrutar de la ironía.


domingo, 23 de marzo de 2008

FIEL A CONSENTIRME

Un bar,
una rockola,
un poco de alcohol,
algo de música

y a espantar aquellos demonios al compás de la historia de mi elección.

De eso se trata.