domingo, 26 de abril de 2009


Una llega a entender que las respuestas no siempre se dan y pretende dominar el mundo cuando está de pie, pero acostumbrarse a vivir en tal ignorancia sería negar todo rastro de lo que soy. Un "no" me carcome las uñas, me cansa las piernas, condenada a un despertar que te ata de manos y a las ensordecedoras quejas de madrugada.

Esta noche, el humo del cigarro me acorta la vista y me hace bien. Me pides que le eche la carga al reloj, yo te obedezco y me dejo llevar por la tinta. Entonces me acuesto con una media sonrisa, está noche también cumplió.

"No te acerques a mi, hombre que haces el mundo,
Déjame, no es preciso que me mates.
Yo soy de los que mueren solos, de los que mueren
De algo peor que vergüenza.
Yo muero de mirarte y no entender."

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