jueves, 19 de agosto de 2010

SHAME ON YOU!

Back then, R me dijo: "Las prefieren así porque son altamente corrompibles", pero a estas alturas del partido y con 23 velas por delante, me pregunto ¿Qué carajos les pasa para preferirlas tan brutas? Que no se culpe a la oxigenta ni a los vestidos 3 tallas más chicas de su estado emocional y por otro lado, ni se atrevan a tildarlo de prejuicio porque conozco a algunas que me caen muy bien, pero hablo en general y sobretodo, de ellos.

El complejo Paris Hilton meets Nicole Richie está por todos lados. Salud por los escotes y los brassieres con relleno que disimulan todo lo que les puede salir por la boca. Tampoco son las únicas, hay hombres que van por la vida cogiendose del paquete y de billeteras aún más abultadas que hacen lo mismo. Pero, ¿a que viene toda esa cantidad de pose y arrebato de cosumismo en cantidades que deberian ser ilegales?

Sí, fácil estoy hablando con el hígado un poco sacudido pero no puedo evitarlo. Acepto ser problemática, pero prefiero tener dudas existenciales (entiéndase cuestionamientos basados en un exhaustivo analisis consciente de la realidad) a no tener el más mínimo conocimiento de lo que pisan mis pies cada vez que me levanto. Ignorancia, burbuja, ausencia. Tanto desperdicio también cansa y al final todos vuelven, pero no todos se quedan.

Supongo que una trophy wife es totalmente necesario en estas epocas. Veo que tienen la necesidad de llevarlas bajo el brazo y esperar, mínimo, el halago de 10 amigos. "¡LA HICISTE!", "BIEN JUGADO BROTHER","¡GA NA DOR!" ¿Qué ganas? Un maniquí oportunamente callado al costado de tu cama, con tuerca incorporada en caso de calores y deseos carnales. Pero, ¿acaso no es rico una buena conversación después de haber terminado de coger? Compartir un cigarro, reír juntos, mirarse a los ojos, compartir no sólo fluidos, saber que hay otras formas de penetrarse que complementan de manera mucho más rica la primera.

Solía pensar que era el comportamiento de cierta clase de personas, pero ahora veo que son todos y están en todos lados. Tendré que comprarme sostenes más caros, ponerme pestañas postizas y salir de fiesta más seguido, NOT. Por el momento me conformo con tener a un loco en mi cama o que me tenga en la suya. Me siento tranquila con sus bolsillos llenos de sencillo, sus cumplidos hacia mi negra cabellera y nuestras noches llenas de debate.

Amén.

viernes, 23 de julio de 2010

La sorpresa nos toca la puerta antes de entrar y el chismorreo de una historia precalentada hace que todas las noches la asegures bien. Así, bajo llave, hemos matado tantas veces que ya la sangre nos huele a mentira. Si está entre mis dedos o sobre tu pecho, ya no es un indicio de culpa, mucho menos de víctima.

Lánguida e insensata nos abrigaba la confianza de nuestros mejores y peores momentos que entre burlas y espejismos ya no nos creen, tampoco quiero hacerte creer. Sé por dónde se escapa la armonía cuando comienzas a besar como un gesto minado.

Duermes tranquilo porque a paso de cangrejo has decidido congelarte mientras yo regreso, gustosamente, a calentarme entre las garras del lobo.

jueves, 10 de junio de 2010

Pasos guía o whatever

Criatura posa suavemente sus garras sobre la ventana, el ruido la llama, las risas la espantan. Divisa atentamente las parejas, los tríos, los cuartetos de buena racha. Mira a los que van de la mano, los que usan sus bolsillos como guantes, los que se cargan. Envidia en silencio a los gritones, a los pacíficos, a los soñadores. Cruza los dedos porque nota que todos comparten lo malo con alguien y que alguien los impulsa a ser menos malos. Entonces frustrada se echa en la punta izquierda de su cama y comienza una de esas listas que por alguna manía tenía olvidada.
  • El hombre que me ame será complicado. Lo suficiente como para tener la cabeza inundada de ramas en donde sólo seré, sin mucha molestia, una jaladita más. No pretenderé ser fruto, pero le daré vida. Él a cambio me dará tranquilidad.
  • El hombre que me ame será egoista. Lo necesario como para priorizar sólo sus problemas y nunca notar que soy el peor de ellos. Así evito comenzar en el casillero de "por resolver" y terminar oxidándome en el de "recordar no volver".
  • El hombre que me ame será inteligente/ísimo. Tendrá que pasar de neurona a neurona antes de someterme de pies a cabeza. Nunca terminaremos de resolvernos, pero yo le daré el reto y él será mi motivo.
  • El hombre que me ame será un buen mentiroso. Suficiente dosis tengo ya de realidad como para preocuparme por las cosas que se me pasan. En un concenso imaginario yo responderé sus cumplidos y él será mi perfecta verdad.
  • El hombre que me ame será más terco que una mula. Tengo tatuada la palabra "terror" en la frente y "miedo" en la mano izquierda. Cualquier coqueteo no pasará de un "hola, te saludo por cuestión de adrenalina" y "chau, fue demasiado, ya me asusté". Prometo pagar la demora con creces, él crecerá dentro de mí.
  • Y por último, el hombre que me ame estará loco por la simple idea de ¿quién carajos me amará con tanta huevada?

En fin, Criatura muy bien sabe que las expectativas te carcomen y hay gente que muere viva.

viernes, 28 de mayo de 2010

Se me congela la nariz

Ok, esto ha dado un giro de 180º y debo aceptar que la vista de tu rostro sobre mi almohada era el gancho perfecto para conciliar el sueño en menos de 20 minutos. Además, por ahí dicen que una persona que es más alta que tú, siempre te huele más rico porque el perfume suele viajar hacia el norte. Imagínate como debo estar forzando la memoria mientras voy apretando/soltando la nariz para que el tuyo no se me vaya. Siento que los recuerdos se han vuelto tan exquisitos que ya no me dejan dar marcha atrás, entonces, basta de quejas y dejo que se muera.

Nunca he sido de insistir, no es no, y por eso también odio que me insistan por un principio de justicia personal. Pero, saben mis manos cuanto te he extrañado porque mi edad mental sí se ha dado el lujo de retroceder hasta la época de cuadernos con vinifan llenos de nombres, corazoncitos y juegos para ver a que edad nos casamos. Es gracioso, realmente gracioso. Son esos impulsos inconscientes y esa simplicidad tan antónima de descripciones rebuscadas lo que hace que esté disfrutando tanto de mi sinceridad. Aunque duela, es rico.




¿Qué se hace? De tí sólo me queda un moon walk basado en cierta inmunidad en la que jamás creeré, o como decía Bukowski: "Pueden salir cosas buenas de no saber demasiado".

martes, 25 de mayo de 2010

"The truth will set you free.


But not until it is finished with you"




- David Foster Wallace

martes, 11 de mayo de 2010

MANZANA/MANZANO

Esta vez el mal de aguero se presenta irónicamente junto a los primeros sintomas de pies congelados. Por suerte, las temperaturas inferiores priman en la masa molecular haciendo que mis manos pasen de distraerse con cigarrillos a hacer malabares con manzanas.

Tengo una favorita. Manzana/manzano ha resucitado con el clima para hacerme el favorcito de Newton y darme una buena dosis de gravitación universal, con cachita para los que afirman que a golpes no se aprende.

Sus propiedades medicinales le han hecho cariñito tanto a mi hígado como a mis neuronas y sus propiedades laxantes están espantando al cuco fuera del ropero y sacando al payaso debajo de la cama. Los sueños simplemente se dan porque por fin puedo dormir, así que de pesadillas no se le culpe a Manzana/manzano que jamás será fuente de discordia.

Todo lo contrario. Manzana/manzano no estará madura, pero mucho menos está podrida. Tiene toda la voluntad de cambiar mis ánimos y endulzarme sanamente como una buena dosis de sidra austeriana. Así que ven para acá que de cerquita te huelo mejor, pero a mí no me engañes poniendote rojito, preguntémosle a Eva que ya ha caído.

Por ahora tú y yo tenemos un trato... o cómo le diría Claire a Drew Baylor:



"We're the substitute people, remember?"


Así que por ahora todo bien. Tú me ayudas, yo te como.

miércoles, 5 de mayo de 2010

CARTA

Mi preciosísimo inmortal:

Las paredes nunca serán suficientes pese a la cantidad o grosor de las mismas, los seres humanos lo hemos comprobado a través del tiempo; y no me refiero al hecho de hacer historia, hablo de aquellas invisibles que hacemos aparecer como un acto involuntario de supervivencia. Así, van cayendo una a una mientras la costra se pone más dura.

Leerme no significaba entenderme, sólo tenerme/tenerte y a veces eso es suficiente. Lo digo por tí, porque proclamo que te tuve. Aseguro haber sido el sindrome de tu mano ajena, el factor impertinente de tus noches oceánicas, la envidia sensata de tu falsa locura y, sobretodo, la razón más grande de esa duda que no respondes porque soy YO la respuesta.

Pides ayuda y te escondes. Peor aún, te escondes, luego te quejas y chillas peor que cobrador de combi. Terminas por colarte en un mundo que ha sido formado por otros y copias de los demás el siguiente paso que te toca dar. Tú saltas, te encanta saltar porque tú
siempre adelante o arriba si te ven en vertical.

Los que te quieren te lanzan una sonrisa y pasan la mano por tu cabeza. Ahí estás de nuevo sintiendote vivo porque te ven, porque te miman, pero no te entienden. Sentirte diferente te tiene más cerca, o como leímos una vez "Sólo la emoción perdura. Sólo la armonía quiebra".

A veces pienso que hablo de la misma persona cuando lo leo, pero me niego tajantemente a que tengan el mismo final. Me pregunto por qué te gusta tanto y aquí la respuesta eres TÚ.

"Lo insufrible era el egoísmo y su hijito, el dolor".

Ya no te lastimes, por favor.

Todo eso con deseos de conservarte, conmigo o con otra:

- Tu petite mort.

lunes, 1 de febrero de 2010

ASÍ DE BIEN, ASÍ DE RÁPIDO

Martina se movía incómoda, tratando de esconderse completamente debajo de la sombrilla. El sol y la brisa la coqueteaban de manera efusiva, pero su memoria la chantajeaba con aquel color de piel rojo crustáceo que la atacaría en unas horas, cada año la misma huevada. Un par de cervezas para ella y una orgía marina para sus amigas, "para colmo soy alérgica" pensaba.

No podía ni leer tranquila por tanto alboroto así que optó por ponerse el libro encima de la cara y darle paso al sueño. Ahí fue cuando pasó Roberto (se abstiene de descripciones porque no vienen al caso). Iba corriendo en busca de algo cuando tropezó y cayó delante de ella. Él se enamoró, ella no dudo en quitarle los pies de la cara.

No recuerda ni cómo pasó, su memoria no refrigera expectativas más altas que las de nivel 3 (considerando el 2 como un "no me cancelará" y el 4 como un "amanecerá nublado y no tendré que ir a la playa"), pero ella terminó sentada junto a él, dándole el número de celular correcto y recibiendo en la boca un cucharón de arroz con mariscos, por abajo cruzaba los dedos. Así fue como Roberto no dejó de llamarla los siguientes 5 días y Martina trató de despertarse con cada llamada en contra de todos los antibióticos que la drogaban, lo importante es que parecían sacarle las ronchas y devolverle el color, "¿En qué carajos me he metido?", pensaba.

El siguiente martes por la noche, Roberto la esperaba en la puerta de su casa, le abrió la puerta del carro, le recordó ponerse el cinturón, le prendió un cigarrillo, la llevó al cumpleaños de su mejor amigo, la sacó a bailar, trató de seguirle los pasos, se rió de sus chistes y le avisaba de cada escalón que se cruzaba en el camino para que no se tropiece (Martina había ido con tacos y estaba más zurda que de costumbre).

Lo importante es que pasó la prueba, todos los amigos de Roberto estaban encantados con ella y dada la hora de dejarla en casa, Roberto y Martina ya lo sabían. Roberto ofreció la suya y ella aceptó confiada. Lo hicieron 1, 2, 3, 4 veces. La paranoia comenzó a atacar, por suerte, cuando él ya dormía. "¿Esto realmente está pasando?", pensaba.

Pasaron un par de horas y se despertó con Roberto y el desayuno a sus pies. Él los acariciaba mientras ella comía. Se perdieron un par de horas entre las historias de algunas cicatrices, el significado de algunos sueños y comentarios sueltos que por más estúpidos que eran, a Martina le parecían todo un descubrimiento, pero ya era tiempo de ir a casa y ahora la ansiedad los tenía fumando.

La acompañó hasta la puerta y Martina tiró sus miedos junto a la colilla del cigarro. "Me gustas. Así de bien, así de rápido" Entonces Roberto se agacha, apoya su peso en una rodilla y mirando los pies de Martina, dice: "Ustedes también. Así de bien, así de rápido". Martina no lo dejó besarlos, pero sí lo dejó. Basta de fetichismos.

La idea original era muy distinta...

N ha venido a llevarme de los pies y me ha sentado junto a su cama, justo en el espacio más cómodo. Con sus manos frías puedo sentir como mis piernas irrigan plegarias de salvación, así puedo sumergirme en eso por horas y sobretodo, puedo levantarme de muy buen humor. Me ha acostumbrado a un vista óptima para mi insomnio, como un libro de sudoku y crucigramas para el viajecito en bus de 8 horas. Es así como mis noches se humedecen entre mares de tinta que forman más preguntas con las que puedo jugar. Las recorro inquisitivamente hasta el momento en el que abre los ojos y ahí, siempre considerada, yo cierro los míos. Así comienza otro día, siempre por los pies, a mis pies. Y cada vez que lo hace, por el norte, mi cerebro empuja un poco más de L afuera. Sigue así que no quiero dejar de escribir.

Entonces ahora sí puedo terminar con Mario Benedetti:

"La mujer que tiene los pies hermosos
nunca podrá ser fea
mansa suele subirle la belleza
por los tobillos, pantorillas y muslos
demorarse en el pubis
que siempre ha estado más allá de todo canon
rodear el ombligo como uno de esos timbres
que si se les presiona tocan "Para Elisa",
reivindicar los lúbricos pezones a la espera,
entreabrir los labios sin pronunciar saliva
y dejarse querer por los ojos espejo.

La mujer que tiene los pies hermosos
sabe vagabundear por la tristeza."