lunes, 14 de diciembre de 2009

COME ALIVE

Hace un par de meses que no escribo por aquí. Mi proceso creativo y sus vitales demonios se han visto vilmente lacerados por una serie de hechos tan reales como cada una de sus consecuencias. La amputación de un familiar me ha sumergido en la materialidad de lo objetivo, en un despertar sin precausiones por la pesadilla anterior, en la simple idea de ver con los ojos lo que ellos ven, sin fantasía, sin después, sólo burdas ganas de terminar el día.

Ha sido difícil, claro, pero lo extraño es que sólo me he quebrado un par de veces y eso me tiene llena de dudas. Me conozco y demasiado bien, estoy infestada de ansiedad. No es posible que a estas alturas todo el magma haya quedado completamente expuesto, pero me satisface la idea de volver a lo que era, o por último, analizar (aunque con la gracia de alguien que juega palitos chinos) lo que está pasando.

El hecho de temer ese punto de quiebre, pero no más de lo que he sentido por muchos otros, me hizo pensar sobre un posible estado caótico de prioridades hasta sentirme realmente culpable. Sobretodo en alguien que se da de mordizcos craneales cada vez que tiene la oportunidad y que pareciera que tiene todo el tiempo del mundo. Una costumbre que todos los que sienten placer en el hábito de derrochar y compartir palabras, imagino comparten y que definitivamente a veces cansa.

Es cierto, en alguna oportunidad he mirado con cierto recelo aquellas cabezas reposadas, limpias y sanas con problemas tan básicos y vidas burubujeantes que se me han cruzado por ahí. Siento que su falta de perspectiva, su indiferencia ante lo inimaginable y su incapacidad de representar mentalmente una sensación o sentimiento paralelo, hacen que pasen a través de ellos de la forma más sencilla y elemental, sin tanto alboroto. Imagínense ahora una damicela que se lanza constantemente de la torre del castillo, que va en busca de dragones, que salta al lago con los cocodrilos y que le escupe al primer príncipe que ose quitarle un poco de acción.

Entonces, en plena búsqueda de algún tipo de auto absolución, encontré a penas un par de líneas que resumían todo: "En la mente esta el poder de salir de uno mismo, eso se vuelve una adicción, pero jamás la verdad. Cuanto más fantasioso eres, más miedo tienes, pero el miedo imaginario suele ser siempre peor que el peligro o dolor real".

Estoy manejándolo con pinzas reforzadas, parece funcionar. Es inevitable extrañar, mandar una que otra maldición al aire, llorar las visitas no hechas, lamentar lo cortas que fueron algunas, renegar de las pocas fotografías que tenemos juntos, mirar las que tengo y desear haber sido yo sabiendo que ha sido lo mejor para él porque lo sé, dentro de todo lo sé. Pero me siento fuerte, siento que puedo con esto aunque generalmente apeste resolviendo cualquier otra banalidad. Simplemente así funciono.

Te amo hermano, eso lo tenemos claro tú y yo.

lunes, 21 de setiembre de 2009

SU ALTEZA

Hoy almorzaba con mi Rey y le contaba lo estresada que estoy porque tengo un trabajo más para el curso de Publicidad. Le comentaba las ganas que tenía de hacerlo bien, que esa va a ser mi especialidad, pero que al mismo tiempo no sabía si alguien tan complicada iba a dar buenos resultados en un arte en donde prima, sobretodo, la capacidad de síntesis. No me comentó nada del trabajo pero me contó cómo siempre supo que iba a terminar ejerciendo esa carrera. ¡A la hora papá! Me he tomado dos años "sabáticos" estudiando Marketing en una Universidad que forma emprendedores de etiqueta y escritorio, supongo que por esas épocas no hablábamos lo suficiente.

Tenía 4 años y estaba colgada como un mono, eso sí recuerdo. No había mejor experiencia que treparme en él para salir a la calle, ser más alta que el resto, sentir cómo se me congelaba la nariz tratando de olerlo todo y ver cómo se molestaba cuando trataba de calentarla hundiéndola en su cuello. También recuerdo que si el olor de alguna calle era insoportable, sacaba mi mejor puchero para que camine 5 cuadras más si era necesario pero que por ese lugar, YO no pasaba.

En una de esas saliditas, cuenta, andábamos por el Centro de Lima porque había decidido llevarme al trabajo. Decidimos ir por un par de gaseosas así que me bajó del trono y entramos a una bodega de la Calle Miroquesada. Ahí, parada frente a la congeladora, me preguntó: ¿Cuál quieres? y lloré - "despacito para no hacerme roche porque conmigo siempre fuiste muy considerada". No podía escoger. Me pasé sacando una por una para ver qué botella era más cómoda, qué color caía mejor con mis medias de distinto color (no sé que mierda tenía mi vieja en la cabeza), qué logo me gustaba más, siempre fijándome en el precio para tratar de entender por qué una costaba más que la otra. No elegí nada y salí de la tienda "tropezándote".

Mi papá corrió a cargarme y me dijo: "Ya mocosa, no vuelvo a ofrecerte nada más pero dame un BUEN abrazo" Qué ricos son los abrazos de mi Rey, aunque ahora son un poco más formales nunca han sido forzosos. Ya por los aires mientras me secaba las lágrimas le dije que espere, me había quedando viendo un afiche que estaba al frente de la Bolsa. "Había un enano sentado en la puerta de su casa, supongo que se había caído porque tenía una herida en la rodilla y su mamá en vez de ponerle curita, le pone una Coca Cola helada. Abajo decía Coca Cola - Es sentir de verdad." YO quería una.

Durante todo el camino hacia la cochera, y luego a casa, comencé a preguntarle sobre ese "comercial" ¿Coca Cola se hace acá? ¿Por qué es negra? ¿La Coca Cola funciona para las caídas? Deberíamos comprar muchas en casa porque me paro cayendo, ¿Uno se siente mejor tomando Coca Cola, no? Te quiero, ¿me quieres? etc, etc, etc.

Aunque sea una de las historias más cursis que he puesto por estos lares, no puedo evitar cagarme de la risa cuando lo pienso. Definitivamente la forma de contarla del Rey y sus comentarios NADA sarcásticos la hacen mucho mejor y jamás podré compararme. Dice que desde ese día comencé a mirar todos los afiches que encontraba en la calle, que le jodía la paciencia, que me ponía picona por cómo me hacían sentir, que yo quería hacer lo mismo con el resto, que si es por eso que creo que no necesito tomar Inca Kola y que de lo único que está seguro es que siempre voy a ser una buena manipuladora, a mi me gusta llamarlo: Confianza.

martes, 8 de setiembre de 2009

ME DISTRAE

Criatura se recuesta lo más cerca posible, hace un puño con la mano izquierda para evitar dañar aquel rostro que comienza a enredar sus tentáculos por el sur, sus piernas ceden. La gravedad se va haciendo más fuerte, tomando por eje aquel trozo de materia que la mantiene entre brazos en una composición medular. Se habían vuelto el centro de la cama, del espacio, de la cálida humedad que emanaba de sus cuerpos erizados. Toda una ciudad afuera liberándose de nosotros, nosotros ocultos detrás de esa ventana intentando moverla casi sin esfuerzo.

Él quiebra en vano la línea de sus labios para susurrar algunas palabras, pero a estas alturas Criatura se había quedado suspendida en los gritos internos que llevaban su nombre. Por la expresión de sus ojos y las manos sobre su pecho, parecía querer ser el protagonista de alguna de sus más características contorsiones. Ella no soporta verlo esperar.

Salpica, entonces, el deseo de gloria y la gracia de cada movimiento correctamente encajado. Sus extremidades se enlazan al compás del ruído que nace en sus gargantas y se deslizan en una danza utópica, ese desequilibro parece unirlos en una especie de espina dorsal. Criatura da un salto y se posiciona sobre él obteniento una vista verticalmente perfecta de su cuello, ahí sumerge la lengua y clava los dientes.

Él intenta pronunciar algo, ella lo mira y sin dejar de probarlo, le advierte: "Cuando se ha esperado tanto/un momento como este/tus palabras, lo que digo/es por puro masoquismo", la entiende. La noche no cede, mucho menos ante esa imagen: una cárcel sin barreras, sin paredes y sin miedos.

Ocultos por azares ajenos a su destino, él la toma y le pertenece, ella lo disfruta y se regala.

Salinas le dice al oído:

Lo que eres
me distrae de lo que dices.

Lanzas palabras veloces,
empavesadas de risas,
invitándome
a ir adonde ellas me lleven.
No te atiendo, no las sigo:
estoy mirando
los labios donde nacieron.

Miras de pronto a los lejos.
Clavas la mirada allí,
no sé en qué, y se te dispara
a buscarlo ya tu alma
afilada, de saeta.
Yo no miro adonde miras:
yo te estoy viendo mirar.

Y cuando deseas algo
no pienso en lo que tú quieres,
ni lo envidio: es lo de menos.
Lo quieres hoy, lo deseas;
mañana lo olvidarás
por una querencia nueva.
No. Te espero más allá
de los fines y los términos.

En lo que no ha de pasar
me quedo, en el puro acto
de tu deseo, queriéndote.
Y no quiero ya otra cosa
más que verte a ti querer.

sábado, 4 de julio de 2009

CASUALIDAD


Inmortales rodean la mente de alguien que ha perdido toda lógica en un par de palabras. Matarlo por partes, dispararle en rincones, enterrarlo por completo, nada funciona y una se salva a medias mientras se olvida de todo, hasta que llega un día como hoy.

martes, 16 de junio de 2009

JUSTIFICADA, o no tanto

Una sensación gratamente dolorosa cuando le pones un "worth it" antes del punto final.

domingo, 7 de junio de 2009

VIRUS

Otra noche sentada en el borde de la cama, mirándome en el espejo, descongelando con la secadora de cabello los bloques de hielo que llevo entre las mangas. Me gusta verme la cara de estúpida y ahora sé que no sólo a mí.


DESCRIPCIÓN MÉDICA:

"Presenta síntomas de mal agüero, evidenciados en la acumulación de diminutas partículas crujientes que se han ido formando en un acto casi inmediato sobre sus manos y que le impiden el uso voluntario de las mismas. Secuela que a través de sus bajas temperaturas actúa como prevención de un posible daño de órganos, distracción de teorías evolutivas y como alerta de alguna falla técnica en el sector racional frente a una jodida noticia. Produce cierta coloración azul en los dedos, palpitación y pérdida de reflejos en el área, como consecuencia de la falta de circulación. También puede ocasionar adormecimiento nasal, malestar general, pérdida de equilibrio y espasmos anímicos por el grave exceso de irritación. En casos permanentes, puede traer consigo apatía cardiovascular y ocasionar decepciones de tercer grado. Si el daño persiste, se recomienda amputar el problema o de lo contrario se deberá evitar todo consumo de alcohol."


Así ya no juego.

miércoles, 3 de junio de 2009

IZQUIERDA


El domingo me puse a ver películas de terror sólo porque una amiga se quedaba a dormir (sino arrugo) y a eso de las 6 AM, la suma de las ganas de ir al baño, el miedo al pasadizo oscuro, las medias sin zapatos y mi equilibrio de trapecista jubilado, hicieron efecto. Microsegundos después, me encontraba cagándome de risa en el piso por la facilidad de tortuga que tenía para pararme, no me había dado cuenta que tenía la cabeza clavada en la esquina del muro de mi cuarto. Intenté hacerme a la fuertecita frente a mi compañía que se reía mucho más fuerte que yo, pero mis lágrimas mariconas no se quedaban en su lugar. Ya para el mediodía las dejaba fluir con toda concha y le dije al Rey que me lleve al doctor, pánico número 1.

Siempre pienso que un día iré al doctor y me dirá que me quedan pocos días de vida. Últimamente le echaba la culpa al cigarro, hace unos meses al hígado y antes a mi úlcera, pero sea cual sea el problema, siempre terminaba igual. Esta vez imaginaba algo extraño, como un bicho escondido que podía aparecer en la tomografía. Sí, tomografía porque aunque no había vomitado (máximo indicio de un oh-oh en estos casos) llegué un poco dormida y terminé por perder la conciencia en la clínica.

Soñé, porque me acuerdo, con los fatídicos resultados de mis exámenes y ya veía a mi abuela a mi costado llorando porque a ella saqué lo de llorona. Recuerdo que cuando era chiquita siempre veíamos la Revista Dominical y chillábamos juntas con todos los reportajes que pasaban, obviamente luego venía el Rey y le decía que me estaba dando un mal ejemplo. Recién a estas alturas le comienzo a creer y le doy toda la razón.

Bueno, ya llevaba dos meses en coma porque también soy recontra exagerada. Recuerdo que estaba súper molesta porque no había podido mandar a hacer ese súper regalo que había planeado con tanta anticipación y todo futuro reconocimiento había sido tragado por el estúpido parásito que tenía arriba. Sentía frío, frío y bilis.

A eso de las 5 PM desperté con un dolor de espalda increíble, por un momento pensé que me había caído de culo pero no, eran las malditas inyecciones, pánico número 2. Bueno, no tenía ningún bichito dentro de la cabeza, ninguna mancha extraña ni nada parecido. Podía irme drogada a casa y luego me despertaría lúcida. Corrí a bubu's house porque acá reina el buen trato, la buena comida y el engreimiento supremo se huele desde afuera, aunque debo de aceptar que luego de 24 horas, se vuelve un POCO insoportable.

¿Mi cabeza? mi cabeza está deforme y me desespera tocármela, pero el doctor dice que desaparecerá en una semana. Soy torpe pues, realmente torpe. Sólo las personas que han vivido conmigo o han ido a clases conmigo saben lo estúpida que soy. Cuantas caídas de escaleras, de pabellones enteros, de caballos, choques con torcidas de pie, yesos en los brazos, en el dedo gordo de la mano, collarines, chinchones, cortes y operaciones he tenido. También saben que soy fiel creyente y devota de la teoría que deja como único responsable de todo esto a mi zurdés.

Efectivamente, todos sabemos que el mundo está hecho para diestros y creo que los zurdos tenemos mayores probabilidades de sufrir un accidente. No tienen idea de cómo me costó adaptarme desde que tengo uso de razón, comenzando por aprender a escribir y leer. Escribía al revés y por obvias razones también leía de derecha a izquierda, de final a principio, de no entiendo Miss a nunca entenderé Profe, de "Tú niñita Lastra pasa a mi escritorio para explicarte personalmente" a "Ahora hagamos el siguiente ejercicio en parejas y tú no te preocupes, lo harás conmigo". Así que, porque también soy recontra picona, le dije al Rey que me compre más y más libros hasta que comencé a sacar mejor nota que todos hahaha, ya.

Con respecto a mis manos, caso similar, nunca pude cortar papel. Veía a mis compañeritos desarrollando su envidiable arte abstracto, como cortaban y le iban dando forma mientras yo... yo había dibujado todo bonito pero el papel terminaba arrugándose y lo tiraba todo de cólera, de la existencia de tijeras para zurdos no supe hasta 4 de primaria.

El Rey me ha metido a toda clase habida y por haber para mejorar mi coordinación corporal, equilibrio y sentido de ubicación. Clases de pintura, cerámica, canto, baile, origami, costura, tenis, etiqueta (miedo), etc., pero nunca funcionó del todo pues. Sigo mordiéndome la boca al cruzar la pista, al ver escaleras, al buscar una dirección, al manejar los carritos de Plaza Vea y ni hablar sobre pasar frente a un semental que me guste. Pocos saben hasta lo mucho que me cuesta pasar por una puerta porque siempre me voy contra uno de los muros. Es frustrante, realmente frustrante y gracioso.

En fin, tendré que encontrar a uno que me quiera así y que aprenda a cogerme de la mano para convertirse en mi lado derecho, pánico número 3.

viernes, 29 de mayo de 2009

3,4,5...

3, 4, 5 cigarros. Criatura se autoprograma para una noche larga pero sobretodo, inútil.

El disco rayado comienza a sonar trayendo aquel compás que solían tocar sobre su espalda. Era cierto, había amado tanto Paris y ahora se había llevado a la última víctima cálida del invierno pasado. Sus neuronas sufrían las consecuencias de aquel terremoto visual y algunos recuerdos sobrevivientes hicieron que instintivamente explore el lado derecho de la cama. Entonces mareada se mira las garras, no hay nada que arañar.

La materia iba perdiendo toda conexión con su aparato central. Fuera de razón, se convertía en un peligro tan grande como el espacio que sobraba. Sabía que si muy bien Mr. Right le sonreía desde lejos, no le tomaba importancia si es que aquellos dientes no la podían tocar. Da un fuerte gruñido tan sólo para darse cuenta de lo rídicula que se le veía tratando de hacerse pasar por un felino más grande, más fuerte.

Talvez era pequeña, débil y olvidable, talvez lo era sólo para él. Parecían salir chispas de sus maltratas orejas al pensar que no podía compararse con aquella increíble ciudad y sus bares, mucho menos con sus bares llenos de mujeres creíblemente increibles, tanto como las historias que le había ido contando durante todo este tiempo. Las nauseas vienen y las paredes siguen dando vueltas 3, 4, 5 veces.

Tenía que tener algo interesante para la siguiente llamada, pero estaba portando bien, tan bien que aburría. El jalón de orejas probablemente se lo daría ella mientras ella se iría jalando los órganos. Así es, la distancia no la aleja de la gente, la arrastra hacia todo lo que le recuerda a él: Perfume de madera, helado de limón, aliento a menta y frío, frío, frío; prefiere dormir despierta porque las sorpresas siempre la agarran a oscuras y a ciegas.

martes, 26 de mayo de 2009

ELLA, EL CHE Y LOS ROLLIN' STONES


Volvemos a las épocas de los pies helados
y le dice el señor que la acompaña desde abajo:

"Deja de taparlos,
pero tápate la boca.
Las maldiciones no son buenas, mi niña
mucho menos de las tuyas.

Haz de las tuyas conmigo
si es que eso te calienta,
pero no te calientes más, angustia
pensando en las respuestas.

Y la respuesta es,
para que no mueras congelada,
que el frío no es lo que espanta
tus pies sobre la nada.

La nada sólo acostumbra
a enlazar sobre tu cama
tercas partes, tuyas rotas
por haberte visto derrotada.

Derrotado entonces
el presente que nos queda
por haber visto, alguna vez
a aquella loca en escena."

miércoles, 29 de abril de 2009


Mr Right andaba con buena racha, me escribió hace un par de días para hacérmelo saber:

"Buenas noches vida mía, te escribo de noche y desde el balcón porque la luz del vecino es capaz de iluminar todo el pasadizo, supongo que no sé como haré para dormir ahora.

He tenido una buena semana: He sabido de tí, las deudas se han ido pagando solas, le he mandado dinero a mi madre, la gente ya no me parece tan extraña, yo no le parezco extraño a nadie e incluso he encontrado a un prospecto muy interesante de amigo, pero más adelante te contaré de él, por supuesto.

Hoy la mañana todo me olía a nuevo... es fantástico estar tan lejos del ruido, donde las melodías desde los árboles ya no te huyen. Un buen vistazo por la ventana puede llenarte la cabeza de infinidades de cosas como una musa barata, pero siempre dispuesta. Di un buen respiro de aire limpio y saqué la botella de vino que habíamos reservado para celebrar mi primer mes aquí, imagína mi cara cuando encontré el dinero que pensaba que había perdido antes el viaje... así en bolitas, en el fondo de la caja, ¿es que acaso tu tienes algo que ver con eso? Supongo que sí, sabes que no soy el mejor ahorrando y que recién tendría algo fijo para estas fechas, te amo por eso.

Corrí entonces a comprar el cuadro que quería para tí, esa imágen que tiene todito de tus ojos, por la que trataba de pasar todos los días frente a la galería para no olvidar cómo miras cuando estás molesta. Entré con poca esperanza la verdad, pues me habían dicho que ya estaba separado, sorpresa la mía cuando me dicen que aún lo tienen así que ahora lo tengo yo, entre mis manos.
Sabes que tampoco sirvo para las sorpresas, que lo quiero todo rápido y no me guardo nada, menos cuando estoy emocionado, mucho menos si es que es algo que tiene que ver contigo. No aguantaba ni la espera de una carta y fui corriendo a llamarte (el teléfono en casa es un lujo un poco dispensable por ahora, además tengo tus grititos bien grabados en la oreja izquierda: llámese también tu rinconcito favorito).

Bajé hasta el parque para encontrarme con un cartón que decía "teléfono malogrado"... chillé de cólera pero no quería arruinar la noticia, tenía que hablarte con buenas vibras y no perdía nada con intentar con el vecino, total debe estar en una deuda infinita conmigo. Llevo 29 días viviendo como un vampiro, pero deberías ver las maravillas que hace, supongo que le entra la inspiración por la noche y lo entendemos perfectamente, sobre todo tú.

Bueno, de regreso a casa pasé bajo el puente, miré algunos perros y te imaginé tirada en el piso con ellos, preguntando sus nombres y buscando alguno interesante para el que pronto tendremos (me pregunto si habrás encontrado alguno en mi ausencia). Entonces vi a uno que te gustaría, uno negro, orejón, con los ojos más claros que el cielo, que me llegaba justo la rodilla, pero siguó la voz de su dueño antes de que pudiera preguntarle... justo ahí, un billete de 100.

Anoche soñé contigo, ¿sabes? también sabes que nunca sueño contigo, que prefiero vivirte todita despierto... imagino que ha sido algún tipo de señal, talvéz mañana me levante y hayan pasado 168 días, tenga que correr al aeropuerto para no perder el avión y pueda verte al fin.

Ahora tengo que irme, el vecino anda despierto pero ausente con otro de sus experimentos así que mejor no lo molesto, sé que tú no me dejarías. Tendré que morderme las ganas por unos días hasta que lo recibas. Aprovecharé en ir a la tienda para comprar un billete de lotería, sólo por si las moscas porque por tu culpa ahora también soy supersticioso.

Sólo quería decirte eso... ahora me toca encontrarte en alguna otra cosa.

Espérame."

Y como no hacerlo. Yo por mi lado he encontrado un árbol exactamente de su tamaño aunque nada suave cuando se le abraza, una piedrita del marrón de sus ojos, una camisa a cuadros roja como las que solía usar con la que duermo todas las noches y un libro que parece haber sido escrito por él, pero en donde falto yo. Ironías i guess... Mr. Right tendrá que aparecer, espero que antes de lo acordado, por ahora tengo todo esto entre mis manos.

domingo, 26 de abril de 2009


Una llega a entender que las respuestas no siempre se dan y pretende dominar el mundo cuando está de pie, pero acostumbrarse a vivir en tal ignorancia sería negar todo rastro de lo que soy. Un "no" me carcome las uñas, me cansa las piernas, condenada a un despertar que te ata de manos y a las ensordecedoras quejas de madrugada.

Esta noche, el humo del cigarro me acorta la vista y me hace bien. Me pides que le eche la carga al reloj, yo te obedezco y me dejo llevar por la tinta. Entonces me acuesto con una media sonrisa, está noche también cumplió.

"No te acerques a mi, hombre que haces el mundo,
Déjame, no es preciso que me mates.
Yo soy de los que mueren solos, de los que mueren
De algo peor que vergüenza.
Yo muero de mirarte y no entender."

viernes, 24 de abril de 2009

MOSCA - DRAGÓN



"Así se deja, entonces, un empujón que no tiene ni un rastro de culpa, pero que marca entre sus alas un antes y un después de la vida misma. Pido perdón y levanto la cara porque el valor de las cosas se mueve ahora tán rapido como ella, una pérdida que vino a quedarse para siempre, eso es y yo siempre agradecida, también."

martes, 17 de marzo de 2009

DE CAPERUZAS COTIDIANAS (Fragmentos)


¡Qué difícil es matar a Caperucita
sin dejar huellas de sangre en la alfombra!
“Que si lo sabré yo” –suspira el fantasma de Canterbury.
“Que si lo sabré yo” –agrega Jack el destripador,
médico de cabecera de la Reina Victoria,
destripador de caperucitas prostitutas
arrulladas de día por el mago de las pesadillas,
el que ronda las calles de Londres
sin que un Sherlock Holmes encuentre su huella.

Las mujeres malas mueren sin desangrarse
porque cada noche les desangra un vampiro.
Rojo
Rojo
Rojo
Trinidad roja de mujer.
Y ahora... me contemplo:
Soy el lobo.
Las predicciones se cumplen.

El alquimista de los sueños me lo dijo alguna vez:
"De Caperucita Roja no tienes nada,

sólo una caperuza que poco y mal te cubre,
raída como Sambenito de iglesia.
Más pareces el lobo feroz
bajo el disfraz de Caperucita.
Sal del bosque, emplea tus garras de mujer
y no temas al hombre."
A veces hay que cambiar,
mudar de angustias
renovar el guardarropa de la piel
creo que al lobo le encantan las Caperuzas sin caperuza.

Ahora las Caperuzas son peligrosas
-dicen-
sacan las uñas,
arañan la vida hasta tatuarla.

miércoles, 25 de febrero de 2009


Con qué tersa dulzura
me levanta del lecho en que soñaba
profundas plantaciones perfumadas,
me pasea los dedos por la piel y me dibuja
en el espacio, en vilo, hasta que el beso
se posa curvo y recurrente,
para que a fuego lento empiece
la danza cadenciosa de la hoguera
tejiéndose en ráfagas, en hélices,
ir y venir de un huracán de humo.


(¿Por qué, después,
lo que queda de mí
es sólo un anegarse entre las cenizas
sin un adiós, sin nada más que el gesto
de liberar las manos?)

martes, 3 de febrero de 2009

1 MENOS NO ES NADA SI TIENES 7



"Oh the boys on the radio
They crash and burn
They fold and fade so slow
In your endless summer night
I'll be on the other side
When you're beautiful and dying"

...

Dormir con él era todo lo que rondaba mi cabeza desde que nos presentaron y le pregunté cual era su verdadero nombre. Desde que se acercó suavecito y me dijo al oído -"No lo sabrás hasta la cuarta cita"... y acaso mi pitoniso sabía exactamente cuando iba a cumplir mis deseos o es que yo tenía la cara tan babeante que no era necesario hacer mucho esfuerzo para adivinar, supongo que cuando quiero, quiero algo, mis ojos se transforman en un letrero de neón parpadeante con cada una de sus letras.

Y vaya que no paraba de sumar puntos extras por todos lados cada vez que abría la boca. Su mirada, casi dormida, no se despegaba del rojo carmesí que acertadamente había puesto esa noche sobre mis labios. Los miraba disimuladamente entre los infinitos sorbos de tomaba de su vaso como si quisiera deshacerse de él para tener libres las manos, y así, ahora, arrimaba a todos los que se cruzaban entre nosotros para terminar enlazándome por la cintura.

Esa noche apenas me corrí el labial por temor a que sea la última vez. Además, sabía que si seguía, con esos ojos, esas manos y ese olor, iba a ser todo un milagro el poder detenerme: "que le cueste" entonces, tanto como a mí. ¿Ya había puesto lo de la tarjeta cierto? Pues para la segunda, andaba bien guardadita en mi billetera. - "El verde y el azul son mis colores favoritos", y así es como lo veo en todas partes, así es como nos reímos al no poder ver ni la mitad de una película juntos, así se escucha su voz cuando trata de explicarme todo lo que me perdí, así es como no debo preocuparme por pintarme at all cuando estoy con él.

- "¿Te quedas a dormir ahora en casa?" Como si hubiera una fuerza sobrenatural presente que haga negarme, si cada vez que entrelazábamos las piernas, me trapaba por su torso y me quedaba paseando convenientemente perdida por su cuello, podía olvidar que es lo que hacía metiéndome en la boca del lobo, worth it, no importa, no importaba nada aunque sabía que desde ya, me estaba quedando sin uñas.

...

Me encantas, pero de eso y más, sólo me queda una herida en la rodilla, almenos esta vez no fue un órgano.

martes, 27 de enero de 2009

¡BIEN, BIEN!



Te metiste un clavado sabiendo que era una piscina para enanos...


pero qué r i c o estás.

lunes, 12 de enero de 2009

ASSMAN

Supongo que es así como las cosas suelen pasar por estos lares.

Un encuentro casual sin tener la más mínima noción si será tan apresurado como el tiempo que las verdades duran fuera o irrevocablemente largas e interesantes como las horas en las que éstas ultimas salían a jugar sin el menor remordimiento mientras hablabamos y nos atrapaba la mañana, sin que importe nada porque con las horas, también, las expectativas iban siendo otras

Se suele extrañar ¿sabes? Extraño no tener que estar midiendo las porciones ni andas fijándome en los límites. Contigo era algo salvaje, impulsivamente placentero, sin ganadores ni perdedores, sin trucos bajo la manga, algo para dormir tranquila hasta la tarde siguiente sin la necesidad de ir corriendo tras de algo inalcanzable por la noche. Algo simple en el mejor sentido de la palabra (total y literalmente de acuerdo), sin alucinaciones ni gritos, con la gotita perfecta y de buen gusto de excentrismo, con aquella traviesa realidad que dejábamos correr de nuestras manos y que siempre terminaba escupiéndonos en la cara, supongo que aún nos gusta.

Me vuelvo a reír y supongo que siempre habrá un poco de tinta en el segundo cajón, abajo, a la izquierda para tí. Siempre y cuando, claro, sigas haciéndome esto.


Con nosotros nunca era, entre nosotros no. Nunca nos gustó perder.

viernes, 2 de enero de 2009


Qué pasa cuando la criatura se da cuenta que ese dolor de espalda no se irá por sí solo y entonces comienza a soltar una a una las piezas de su armadura, cuando en uno de sus ataques de locura le manda todas sus garras en una cajita de regalo para que no hayan excusas a la hora de tocarlo, cuando sus rugidos se quedan estancados en los nudos de saliva que se le forman al verlo pasar por la ventana y que luego de balancear los hechos con su suerte, nota que el incierto no es una mala salida frente a su privación.




Ahí... sólo P sabe lo que pasa y la deja.

Así que en este momento pudo pensar en cualquiera porque ninguno estaba, pero caprichosa como siempre decidió darse la contra sin saber del afán que tienen las sorpresas con los últimos y primeros días del año.


Hola C, nos vemos pronto.

O debería decir: Preciso y gracias.